miércoles, 31 de agosto de 2011

El Sindrome de la Recaida

Primera Parte

EL SÍNDROME DE LA RECAÍDA

La recuperación debe ser un proceso activo.
Las personas en recuperación deben de trabajar un programa diario de recuperación.
Deben de recordarse a ellos mismos diariamente que sufren de una adicción. 

Deben de tener un programa activo de recuperación que les de las directrices para una vida productiva y efectiva.

La recuperación es como subir en una escalera mecánica que va para abajo. Es imposible quedarse quieto.

La recuperación de la adicción es como subir en una escalera mecánica que va para abajo. Es imposible quedarse quieto.
Cuando uno deja de caminar hacia delante, comienza a moverse hacia atrás. No tiene que hacer nada en especial para desarrollar los síntomas que conducen a la recaída. Todo lo que necesita hacer es no dar los pasos necesarios en la recuperación. Los síntomas se desarrollan espontáneamente si falta un programa fuerte de recuperación. Una vez que usted abandone un programa de recuperación es tan sólo cuestión de tiempo, para que los síntomas agudos de la pos abstinencia aparezcan, y si no se hace nada para manejarlos, usted va a experimentar un periodo de conducta que se le saldrá de las manos y que nosotros llamamos el síndrome de la recaída. La pérdida de control de los síntomas agudos de la pos abstinencia resulta en el síndrome de la recaída.
La mayoría de las personas en recuperación experimentan los síntomas agudos de la
pos abstinencia, pero estos varían en severidad.

La forma en que se manejen es lo que determina la severidad del síndrome de la recaída.

Síndrome de la Recaída = SAP - El manejo de los síntomas

Si usted está experimentando el SAP (síndrome agudo de pos abstinencia) y usted no hace lo que es necesario para manejar efectivamente esos síntomas, el síndrome de la recaída eventualmente se apoderará de su vida. Los síntomas comenzarán a crecer y a progresar.
Existen muchas señales sutiles de alerta y ocurren muchos cambios en los pensamientos, emociones y personalidad antes de que se pierda el control. Eventualmente se pierde el control de uno mismo.
Comenzará a descender progresivamente hasta que vuelva a consumir o actuar o tengo otro tipo de reacción emocional o física aguda a menos que se haga algo para interrumpir la escalada. Es importante que usted esté siempre consciente que el proceso de la recaída no solo incluye el consumo o la actuación. Es una progresión que crea una necesidad avasalladora por el alcohol, la droga o el sexo. A esta progresión la llamamos el síndrome de la recaída. Es posible interrumpir esta progresión antes de que las señales de alerta sean fuertes. Sin no se hace nada hasta que las señales son ya fuertes es usualmente muy difícil interrumpir el síndrome de la recaída porque usted ha perdido ya el control de su sano juicio y de su conducta. La recaída no es usualmente una elección consciente. Estudios han demostrado que las personas propensas a recaer por- lo general no están conscientes de las señales iniciales de alerta de su recaída. Más tarde, cuando miran hacia atrás, pueden identificar lo que falló, pero en el momento en el que sucedió, no estaban conscientes de que estos problemas estaban creciendo. Las señales de la recaída se desarrollan en un nivel inconsciente. Usted no sabrá que están ocurriendo a menos que aprenda a traer estas señales de aviso a su atención consciente
.
El proceso de la recaída no solo incluye consumir o actuar. Es una progresión que crea una necesidad avasalladora por la droga o el sexo.

Esta progresión puede fácilmente ocurrir sin un programa de recuperación efectivo y sin un manejo efectivo de los síntomas del SAP. El proceso comienza usualmente con el cambio. El cambio es una parte normal de la vida pero es también una causa importante del estrés. El cambio podría ser un evento externo que lo fuerza a usted a responder de alguna forma. O podría ser un cambio de pensamiento o actitud. El cambio produce estrés ante el cual es posible que usted sobre reaccione y por el cual usted muestra una baja tolerancia. A medida que los niveles de estrés aumentan, se da una tendencia normal a negar la presencia del estrés que dispara mecanismos de negación que son parte de la adicción. Usted comienza a lidiar con el estrés a través del mismo tipo de negación que una vez usó para justificar el consumo o la actuación.

"No tengo ningún problema. Lo puedo manejar. Todo está bien."

El estrés elevado intensifica los síntomas agudos de la pos retirada, pero su negación le impedirá ver lo que está sucediendo. Si no se hace algo, los síntomas del SAP aumentarán.
Usted perderá control de su pensamiento, emociones, memoria. Usted no pensará con claridad, usted sobre reaccionará, y no podrá recordar cosas simples. El estrés se intensifica. Usted perderá control de su capacidad para pensar, sentir, y recordar. Después perderá control de su conducta. Podría ir a los mismos lugares y hacer las mismas cosas pero experimentarán cambio de conducta. No va a reaccionar de la misma manera. Tratará a las personas en forma diferente. Va a interaccionar de forma diferente y ocurrirá un colapso en su estructura social. De hecho toda la estructura de su vida sufre un colapso. Cambiará su rutina diaria. Abandonará sus hábitos regulares que le dan consistencia y confianza su vida. Va a descuidar y a alejarse de su plan de recuperación. Eventualmente perderá el control de su sano juicio. Tomará decisiones equivocadas que en un estado normal nunca tomaría. Debido a ello, cometerá errores y creará una crisis. Su vida se hará inmanejable. Usted está fuera de control. Es capaz de ver que ya no tiene control sobre su vida. Creerá que se está volviendo loco. No podrá ver ninguna opción excepto la de volverse loco, suicidarse o consumir o actuar para medicar su dolor. Usted pensará que no existe ninguna otra opción?
En este punto usted está en un estado de degeneración y huida. Su vida se deshace en pedazos. Usted puede volver a consumir o actuar porque parece mejor que las otras alternativas. Sin embargo, no toda persona que experimenta el síndrome de recaída actúa o consume. Algunos experimentan alternativas igualmente destructivas. Algunos se suicidan o se hieren a sí mismos en accidentes serios. Otros tienen colapsos nerviosos o físicos. Otros desarrollan enfermedades debido al estrés tales como migraña (dolores de cabeza), úlceras o hipertensión.


Es posible interrumpir el progreso de la recaída antes de que las señales de alerta sean obvias.

          Ken, un hombre de 47 años casado y con dos hijos adolescentes, tenía siete años de abstinencia. Tenía la firme convicción de que no volvería a tomar aún si eso lo matara.
Había trabajado para la misma compañía ferroviaria por 17 años. Por varios años, Ken había trabajado en el turno de la noche y había disfrutado de tener menos supervisión en el trabajo y tener un día libre para realizar trabajos extra y ganar algo más de dinero. Debido a recortes de personal tuvieron que cambiarlo al tumo del día. Este cambio creó mucho estrés para Ken porque tenía problemas durmiendo cuando se había acostumbrado a estar despierto y porque comenzó a tener problemas financieros al no tener tiempo para sus trabajos extra.          Además compartía más tiempo con su familia y le era más difícil acostumbrarse al ruido de los niños. Cuando aquellas personas cercanas a él comenzaron a darse cuenta de que Ken parecía más tenso que de costumbre, este repetidamente les decía "estoy bien, nada más necesito tiempo para acostumbrarme." En poco tiempo Ken comenzó a sentir que sus hijos le hacían ruido deliberadamente para irritarlo.
Parecía que su esposa le gustaba pelear con él y su mente siempre estaba nublada y confusa. Aún tomar decisiones pequeñas era difícil. Ken prefería a sus compañeros de reuniones diurnas en AA a los nuevos compañeros de las reuniones nocturnas por lo que comenzó a faltar a las reuniones.
Aunque le gustaba llamar a algún amigo y divertirse, las llamadas y los chistes se hicieron menos y menos frecuentes. Parecía que no se necesitaba mucho esfuerzo para hacerlo enojar y hacerlo decir palabrotas. Los hijos de Ken pasaban menos y menos tiempo en casa cuando él se encontraba ahí. Su esposa lo evitaba y le contó a su patrocinador que no sabía cuánto tiempo más lo podría aguantar.
Finalmente Ken dejó de ir a las reuniones de AA. Tampoco volvió a encontrarse con sus amigos para tomar café o salir a comer. Rara vez comía con su familia y comenzó a comer a deshoras en lugar de tomar regularmente sus comidas. Debido a su frustración financiera Ken vendió su camión y compró uno mucho más viejo y que costaba el doble en mantenimiento. Decidió reparar la acera en lugar de la lavadora y el TV. Su mal juicio tan solo hizo las cosas peores y creaba más problemas.
Comenzó a dormir más de la cuenta y a reportarse como enfermo en lugar de ir a trabajar. Su esposa llegó al punto de amenazarlo con el divorcio, recibió tres amonestaciones en el trabajo, y su hijo decidió irse a vivir con un amigo para evitar problemas. Todavía decidido a no beber, Ken comenzó a planear su suicidio, "si tan sólo logro que crean que me caí debajo de las ruedas del tren ..." Su esposa se enteró que el proceso de recaída se podía interrumpir y le dio dos opciones, ponerse en tratamiento o el divorcio. Ken escogió seguir viviendo en lugar de suicidarse. 

Buscó tratamiento para su recaída aunque no había vuelto a beber.

Fuente: Desconocida, este material me fue facilitado por un compañero del grupo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario